EE.UU. desmiente lista negra de políticos mexicanos sin visa

Estados Unidos niega lista negra de políticos mexicanos; Tamaulipas desmiente rumor sobre Américo Villarreal

El Departamento de Estado de Estados Unidos negó rotundamente la existencia de una lista de funcionarios mexicanos a quienes se les hubiera revocado la visa o que estuvieran bajo investigación por parte del gobierno estadounidense. La afirmación, que parecía más propia de una novela de espionaje político con tintes tropicales, fue desmentida tras una solicitud de información por parte del periodista Armando Guzmán para Radio Fórmula.

La negación oficial responde a rumores que se habían esparcido como pólvora mojada en redes sociales, donde se hablaba de una presunta lista de 44 nombres de alto perfil político mexicano: gobernadores, exgobernadores, legisladores y funcionarios federales. Como si de una versión alterna de la “lista Engel” se tratara, algunos medios aseguraban que esta información venía directamente de Washington. Pero no. El Departamento de Estado simplemente aclaró que no existe tal listado.

Entre los nombres que más revuelo causaron estuvo el del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, de quien se dijo que su visa estadounidense había sido revocada. La afirmación fue tan repetida que obligó a la Vocería de Seguridad de Tamaulipas a salir al paso con un comunicado que desmentía categóricamente dicha versión, pidiendo a la ciudadanía no dejarse engañar por rumores sin fundamento y apelando a no caer en “información falsa, no confirmada por ninguna autoridad”.

En medio de este laberinto de desinformación, más parecido a una guerra de filtraciones digna de una serie de Netflix, el gobierno estadounidense también aclaró que no hay investigaciones en curso ni restricciones de entrada hacia políticos mexicanos. Tampoco hay bloqueos en embajadas o consulados, ni listas secretas que impidan renovar visas. Todo lo contrario: siguen abiertos los canales diplomáticos y migratorios sin novedad aparente.

Por si fuera poco, la misma confusión salpicó a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, quien también fue mencionada en este presunto “veto migratorio”. Hasta ahora, ni el Departamento de Estado ni alguna otra autoridad ha confirmado restricción alguna en su contra. Más bien, lo que queda claro es que el uso político del rumor migratorio se está convirtiendo en una herramienta sucia en la arena electoral mexicana.

Desde el norte del continente, el desmentido ha sido categórico. Pero en México, donde los rumores viajan más rápido que el Wi-Fi en San Lázaro, la narrativa ha servido para tensar aún más el ya enrarecido clima político. En plena transición federal, con nuevas administraciones en puerta y elecciones locales en el horizonte, cualquier chispa mediática es capaz de incendiar el debate público.

Lo positivo, en medio del fuego cruzado de versiones y desmentidos, es que tanto el gobierno de Estados Unidos como autoridades estatales mexicanas han respondido con rapidez para frenar la desinformación. El acceso a canales oficiales, la publicación de comunicados y la confirmación directa de los hechos refuerzan la transparencia en un momento en que la verdad parece estar en constante disputa.

Porque sí, el panorama político mexicano es complicado. Pero no tanto como para que tengamos que inventarnos listas negras en embajadas extranjeras. Al menos, no todavía.

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