Tijuana a 3 de junio, 2025.- En un golpe importante contra el crimen organizado en la frontera norte, autoridades federales detuvieron a José Antonio “N”, alias El Chaparro, presunto operador clave del grupo criminal Los Aquiles, brazo del Cártel de Sinaloa en Baja California.
El anuncio fue hecho por el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien explicó que la captura se dio durante un operativo conjunto en la ciudad de Tijuana. La intervención fue resultado de una orden de cateo ejecutada en un domicilio ubicado en la calle Manuel Flores, colonia Los Altos.
Durante el operativo fueron asegurados:
- Aproximadamente 15 kilos de droga,
- 500 pastillas (presuntamente fentanilo),
- Tres armas largas,
- Cinco cargadores,
- 300 cartuchos útiles,
- Dos vehículos.
‘El Chaparro’ es señalado por las autoridades como un generador de violencia en la región, involucrado en la venta y distribución de drogas, así como en homicidios por encargo en Tijuana. Su rol dentro de Los Aquiles habría sido clave para mantener las operaciones del grupo en la zona fronteriza.
¿Quiénes son Los Aquiles?
Los Aquiles es una célula criminal ligada directamente al Cártel de Sinaloa, particularmente a la facción encabezada por Ismael “El Mayo” Zambada. El grupo es liderado por los hermanos Alfonso Arzate García, alias El Aquiles, y René Arzate García, alias La Rana.
Ambos hermanos han estado en la mira de las autoridades desde hace más de una década. En 2012 se emitieron órdenes de aprehensión por homicidio calificado, y desde entonces se encuentran prófugos. Sus nombres figuran en listas del FBI y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que en 2023 ordenó congelar sus bienes por actividades ligadas al narcotráfico.
Los Aquiles son responsables de múltiples delitos en Baja California, como:
- Homicidios y desapariciones forzadas,
- Privación de la libertad,
- Tráfico de drogas hacia Estados Unidos,
- Venta de estupefacientes en Tijuana y municipios aledaños.
La detención de El Chaparro representa un duro golpe para la estructura criminal en la región, pero también pone de manifiesto que Baja California sigue siendo una zona clave en la disputa por el control del narcotráfico.