En el corazón académico del norte del país, la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) se convirtió en una caja de resonancia para uno de los debates más relevantes del México contemporáneo: la transformación del Poder Judicial. En ese espacio, entre pasillos llenos de historia jurídica y aulas habitadas por el futuro del derecho nacional, Marisela Morales Ibáñez, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), compartió con estudiantes y profesores su visión de una justicia que escuche, comprenda y acompañe.
La visita de Morales a Monterrey, como parte de su recorrido nacional rumbo a la elección judicial del próximo 1 de junio, no fue solo protocolaria. En el foro “Conocer”, convocado por el rector Dr. Mario Alberto Garza Castillo, la exprocuradora general de la República demostró una capacidad poco común: hablar de técnica jurídica sin dejar de lado el factor humano. Con un lenguaje claro, expuso su propuesta para transformar la relación entre la ciudadanía y el sistema de justicia mexicano.
Morales Ibáñez fue enfática al señalar que México no necesita una justicia para los libros, sino una que actúe en la realidad cotidiana de las personas. Para ello, propuso fortalecer la justicia digital —un paso necesario para romper con el centralismo burocrático— y ampliar los servicios de defensoría pública, pues, como dijo frente a un auditorio atento, “la justicia no puede ser un privilegio reservado para quien puede pagarla”.
Otro de los pilares de su propuesta fue la consolidación de la Escuela Nacional de Formación Judicial. Desde su experiencia institucional, Morales subrayó que una justicia de calidad empieza por quienes la imparten, y que es indispensable profesionalizar y sensibilizar a juezas y jueces con enfoques de derechos humanos, paridad de género y realidades interculturales.
En el intercambio con los estudiantes, la candidata no evadió cuestionamientos sobre la credibilidad del Poder Judicial. “No basta con resolver conforme a derecho; también hay que comunicar por qué se resuelve así”, afirmó. En este sentido, propuso que la SCJN mejore sus canales de transparencia y rendición de cuentas, con mecanismos accesibles para que la ciudadanía pueda comprender y dar seguimiento a las decisiones judiciales.
El lema de su campaña, “Tu voz en la Corte y justicia para todos”, no fue una consigna vacía en Monterrey. Fue un llamado a la interlocución constante entre la Suprema Corte y la sociedad. Morales planteó que cada sentencia debe ser también una herramienta pedagógica para fortalecer la cultura jurídica del país.
La presencia de la aspirante en la UANL también tuvo un componente simbólico: representar a una mujer con trayectoria sólida en un espacio universitario donde se gestan los nuevos liderazgos. El entusiasmo de los asistentes, que incluyó una ovación espontánea al cierre del foro, da cuenta de una demanda clara: el sistema judicial ya no puede ser una estructura distante y cerrada.
Con su visita a Nuevo León, Marisela Morales reafirmó su compromiso con un modelo judicial que no se encierre en el mármol de los recintos oficiales, sino que se abra al debate público, al escrutinio social y a la construcción colectiva de justicia. Porque, como bien apuntó, “cuando la justicia es lejana, la democracia se debilita”. ¿Está lista la Corte para escuchar? La pregunta quedó flotando, entre aplausos, en la Facultad de Derecho de la UANL.
