León, Guanajuato. – Bajo la cálida luz de un auditorio repleto de juristas atentos, la Dra. Marisela Morales Ibáñez, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), trazó un diagnóstico preciso y esperanzador sobre los desafíos del sistema judicial mexicano. En el marco de un encuentro organizado por el Colegio de Abogados de León, su voz resonó con claridad: «La justicia debe ser el pilar de la transformación nacional, no su obstáculo».
El evento, celebrado en la capital guanajuatense, reunió a abogados, magistrados y estudiantes, quienes escucharon con interés su conferencia «Los retos de la Administración de Justicia ante la Transformación Nacional». Morales Ibáñez, exfiscal general y reconocida por su trayectoria en la lucha contra la impunidad, enfatizó que el Poder Judicial requiere «más que reformas legales: necesita recuperar la credibilidad social». Sus palabras, medidas pero firmes, reflejaron un compromiso con la ética y la eficiencia institucional.
Entre los asistentes, predominó un ambiente de reflexión. La candidata subrayó que la profesionalización de jueces, magistrados y servidores públicos es «la llave para una justicia ágil y transparente». Destacó avances como la oralidad penal y la capacitación en derechos humanos, pero advirtió que «sin rendición de cuentas, los cambios serán incompletos». Su discurso, alejado de polarizaciones, resonó como un llamado a la unidad entre los actores jurídicos.
El Mtro. Víctor Manuel Sánchez Quiroz, presidente del Colegio anfitrión, coincidió en la necesidad de «construir puentes entre la sociedad y las instituciones». Agradeció a Morales por su «visión incluyente» y reiteró el compromiso de la comunidad jurídica local con un sistema «menos burocrático y más humano». El diálogo, dijo, es fundamental para lograrlo.
En el plano de las propuestas, la aspirante a la SCJN planteó mecanismos innovadores: desde plataformas digitales para acercar servicios judiciales a zonas marginadas hasta la evaluación constante de desempeño con criterios ciudadanos. «La tecnología debe ser nuestra aliada, pero sin olvidar el rostro de quienes buscan justicia», afirmó, mientras proyectaba imágenes de tribunales rurales en pantallas gigantes.
El evento cerró con una ronda de preguntas donde jóvenes abogados cuestionaron cómo combatir la corrupción al interior del sistema. Morales respondió con ejemplos concretos: «En la Fiscalía que dirigí, implementamos controles cruzados y códigos de conducta. Nadie está exento de la ley». Su tono, sereno pero contundente, dejó en claro que la transparencia es «no negociable».
Fuentes consultadas por este medio –incluyendo el programa de rendición de cuentas de la SCJN– respaldan sus afirmaciones. Datos del INEGI (2023) muestran que el 72% de los mexicanos desconfía del sistema judicial, pero también que entidades con procesos digitalizados, como Nuevo León, han reducido un 30% los tiempos de resolución.
Al final, el mensaje fue claro: la transformación del Poder Judicial no es solo un debate jurídico, sino una deuda histórica con la ciudadanía. Como escribió un asistente en redes sociales: «Hoy vi algo raro en un foro de abogados: esperanza». La ruta es larga, pero el consenso entre expertos sugiere que el primer paso –reconocer los problemas– ya está dado.