Durango a 8 de abril, 2025.- Con el inicio de las campañas electorales en Durango, el panorama político de Morena está marcado por fisuras internas que amenazan con debilitar la fuerza del partido en la entidad. Frente a esta situación, se prevé que la presidenta nacional de Morena, Luisa Alcalde, y el secretario de Organización, “Andy” López Beltrán, intervengan con cambios estratégicos en la estructura local para superar las divisiones internas y consolidar una base sólida de cara a las elecciones.
Según fuentes cercanas al partido, uno de los principales objetivos de esta reestructuración es subsanar los efectos provocados por la llamada “Operación Limpieza”, que sembró tensiones dentro del partido. Esta operación, impulsada desde el gobierno federal, generó desconfianza en varios sectores de Morena, sobre todo por la implicación del delegado del Bienestar en Durango, Jhonatan Jardines, quien fue señalado por su intervención en las elecciones locales. Se acusa a Jardines de promover a los candidatos de la 4T con el objetivo de ganar apoyo electoral a favor de la administración de la Cuarta Transformación.
A raíz de estas denuncias, el PAN y el PRI han solicitado la renuncia inmediata de Jardines, argumentando que su acción contraviene las normas electorales, al utilizar recursos del gobierno para fines partidistas. Además, la dirigencia local del PAN anticipó que presentaría una denuncia formal ante las autoridades por presuntos delitos electorales.
Para enfrentar estos desafíos y evitar mayores rupturas internas, Luisa Alcalde y “Andy” López Beltrán tienen como tarea restaurar la unidad de Morena en Durango. La clave será equilibrar las tensiones internas sin dejar de lado la postura de la Secretaría del Bienestar, para evitar que las divisiones afecten el desempeño del partido en los comicios venideros. Es probable que estos cambios se den a conocer en las próximas semanas, cuando la campaña de Morena en Durango se intensifique.
En este contexto, muchos se preguntan si la renovación de la estructura interna será suficiente para revertir las fisuras y consolidar un proyecto que siga fiel a la ideología de la 4T sin caer en prácticas que puedan poner en riesgo la transparencia y legalidad de las elecciones.