La mañana era húmeda y fresca, como si la tierra misma se preparara para recibir vida nueva. Bajo ese clima propicio, Pepe Couttolenc, dirigente del Partido Verde Ecologista en el Estado de México, se alistó para emprender una de las tareas más ambiciosas de su carrera política: liderar una reforestación masiva en todo el país como Coordinador Nacional de Alcaldes Verdes.
Su nombramiento no es simbólico. Representa un intento serio por integrar una nueva lógica en la política local: una en la que la ecología, la eficiencia administrativa y la participación ciudadana se entrelacen en una misma estrategia. “La coordinación con los Gobiernos Municipales Verdes será indispensable para lograr esta reforestación masiva en el país”, enfatizó Couttolenc, convencido de que el cambio climático no se enfrenta con discursos, sino con acciones articuladas desde lo local.
La encomienda nacional que ahora encabeza tiene un doble objetivo: por un lado, construir puentes sólidos entre los presidentes municipales, síndicos y regidores del Partido Verde; por otro, consolidar un modelo de gobierno municipal que promueva la transparencia, la rendición de cuentas y la cercanía con la gente. No se trata solo de plantar árboles, sino de sembrar confianza en las instituciones.
Durante su discurso ante la Asamblea General del PVEM, Couttolenc fue claro al exponer que “buscamos establecer un modelo diferente en la administración pública municipal, donde su gestión responda a las necesidades de los mexicanos”. Una administración que escuche, que actúe y que respire al ritmo de los retos ambientales actuales.
La primera gran acción será una gira nacional de reforestación que aprovechará la temporada de lluvias, ideal para que las nuevas plantas echen raíz. El objetivo es claro: cumplir con el compromiso “un voto, un árbol” y llegar a la meta de cinco millones de ejemplares sembrados. Es una meta ambiciosa, pero no imposible si se cuenta con voluntad política y acción coordinada.
La gira comenzará en Oaxaca, con el respaldo de Pepe Estefan; continuará en San Luis Potosí junto a Ignacio Segura Morquecho; seguirá en Jalisco con Luis Munguía; y concluirá en Chiapas acompañado por Limbano Domínguez Román. Cada parada será más que un evento simbólico: será la muestra de que el ambientalismo se puede institucionalizar desde lo municipal.
“Esta jornada nacional representa mucho más que una gira de trabajo, es demostrar que los Gobiernos Verdes sabemos trabajar en equipo para beneficiar a todas y todos, sin distinción”, señaló Couttolenc con convicción. En un país donde la fragmentación política suele dificultar las acciones conjuntas, esta iniciativa podría marcar la pauta para nuevas formas de hacer política verde.
El reto es inmenso, pero el gesto es poderoso. En tiempos de polarización y crisis climática, sembrar árboles no es solo una política pública: es un acto de esperanza.